Durante años nos han hecho creer que todo se trata de contar calorías. Que si comes menos de lo que quemas, bajarás de peso y estarás saludable. Pero ¿y si te dijéramos que tu cuerpo no es una calculadora? Que hay mucho más en juego que simples números. En este artículo te contamos, por qué el enfocarte solo en las calorías podría estar saboteando tu bienestar, y qué estrategias sí pueden ayudarte a sentirte mejor, con más energía y salud.
Entender las calorías: más que una suma y resta
Las calorías son la unidad que usamos para medir energía. Todo lo que comemos y bebemos tiene un valor calórico, porque le da energía a nuestro cuerpo para vivir: respirar, moverse, pensar, dormir. No son el enemigo. De hecho, son indispensables para sobrevivir y para rendir en tu entrenamiento y en tu día a día. El verdadero problema no son las calorías en sí, sino cuando las reducimos a una cifra absoluta, desconectada de la calidad de lo que comemos y del contexto de nuestra salud.
Comer bien no es contar, es nutrir

Los alimentos ricos en fibra, proteínas y micronutrientes no solo generan una mayor sensación de saciedad, sino que también ayudan a estabilizar los niveles de glucosa en sangre, reducir la inflamación y promover un estado hormonal más equilibrado. Además, estos alimentos suelen tener un mayor volumen y densidad nutricional, lo que hace que te sientas lleno durante más tiempo y con menos calorías. Por el contrario, los alimentos ultraprocesados, aunque pueden tener el mismo conteo calórico, suelen desencadenar picos de azúcar, hambre rápida y mayor tendencia a comer en exceso.
Comer mejor es darle a tu cuerpo lo que necesita para funcionar bien a nivel físico, mental y emocional. Se trata de alimentarse y no solo de llenarse; es elegir con intención lo que construye salud desde adentro.
El conteo obsesivo puede hacerte sentir peor
Numerosos estudios y profesionales de la salud coinciden: vivir contando calorías puede derivar en problemas como la ansiedad, la frustración y una relación tóxica con la comida. Este enfoque excesivamente numérico suele desconectarnos de las verdaderas señales de hambre y saciedad que nuestro cuerpo nos envía. Comer debería ser una experiencia positiva, placentera y consciente, y no una constante vigilancia de cada bocado. Cuando cada comida se convierte en una suma matemática o en una «culpa potencial», perdemos la capacidad de disfrutar y de tomar decisiones desde el autocuidado.
Muchas personas abandonan sus procesos de bienestar debido a que este conteo les genera más estrés que resultados sostenibles. Además, esta mentalidad obsesiva puede fomentar el ciclo de restricción y descontrol, un patrón perjudicial tanto para la salud física como emocional.
Enfócate en hábitos, no en matemáticas
- Llena la mitad de tu plato con vegetales.
- Prioriza alimentos naturales y poco procesados.
- Aprende a reconocer cuándo tienes hambre real y cuándo estás comiendo por ansiedad, vuélvelo consciente.
- Disfruta de tus comidas favoritas con equilibrio, investiga sobre el concepto de la comida trampa (Cheat Meal).
- Muévete cada día, aunque sea 15 minutos, inicia paso a paso, ve al gym y encuentra tu plan de entrenamiento con los tipos de ejercicio que más te guste.

“Contar calorías es una tontería completa…” lo que la ciencia y los expertos dicen
El profesor Tim Spector, experto en nutrición y microbiota, lo deja claro: «Contar calorías es una tontería completa. Nunca ha habido un estudio a largo plazo que demuestre que es efectivo». Y tiene razón. Lo que sí ha demostrado la ciencia es que los hábitos consistentes, el movimiento regular y la alimentación basada en alimentos reales, tienen un impacto profundo en la salud metabólica, el peso corporal y el bienestar emocional.
En AFE GYM te acompañamos más allá del número
